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BLOG AA. VV. Las Campas del Naranco

Las Campas-Paniceres queda fuera del permiso municipal para las obras del oeste

 

 

Mortera esgrime que la prioridad son las actuaciones del plan de vivienda por su interés público y dice que «seguirá otro camino»

El equipo de gobierno quiere autorizar todas las obras de urbanización de la zona oeste del concejo, paralizadas ahora por la insuficiencia de la depuradora y las exigencias de la CHC. Pero, como preguntaban los tebeos de Astérix sobre la conquista de los galos, ’¿todos?’ No, el concejal de Urbanismo, Alberto Mortera, dejó al margen ayer Las Campas-Paniceres. «Seguirá otro camino», dijo.
Mortera sostiene que «se trata de situaciones distintas». Las Campas-Paniceres ya era suelo programado para pisos en el Plan General de Ordenación Urbana de 1986, mientras que el resto de las actuaciones en el entorno de San Claudio fueron introducidas en la última revisión del plan, en 2005, explica el edil.
Y no se trata sólo de antigüedad: los nuevos desarrollos, cuyas obras pretende autorizar «de forma inmediata», son para viviendas de protección. «Es evidente que existe un interés público en su ejecución, hay decenas de familias que han obtenido incluso financiación», dice Mortera. Además, autorizar esas obras de urbanización no generará ningún vertido, a la espera de que haya una fecha para la ampliación de la depuradora de San Claudio -el ministerio baraja una duplicación-.
No es el caso de Las Campas-Paniceres, cuyas 2.200 viviendas está previsto que sean libres, aunque algunas constructoras se han acogido a figuras de protección. ¿Quiere esto decir que el desarrollo, muy demandado por los vecinos de Las Campas -la promoción uniría su barrio con La Florida- se queda de nuevo en el limbo? El concejal no quiso precisar tanto. «Nos reuniremos con la junta de compensación y veremos la forma en la que podemos seguir adelante; hay licencias pedidas, pero el camino a seguir tiene que ser otro», señaló el concejal.
Posibilidades
Al margen de que no hay junta de compensación -los propietarios, antaño enemigos declarados, actúan ahora por acuerdo unánime, lo que les exime de su constitución- el matiz de Mortera incluye la explicación: es defendible el «interés general» de la vivienda de protección, pero más difícil será pelear por 2.200 pisos a precios de mercado. Y el Ayuntamiento sabe que, aunque autorice las obras de urbanización o, llegado el caso, la construcción de las viviendas, la cosa caminará en el vacío.
La Confederación Hidrográfica del Cantábrico insiste en que «no ha paralizado nada». Cierto. También en que no gestiona la depuradora de San Claudio; lo hace Cadasa. Como espera Mortera, el consorcio de aguas podría autorizar la conexión de las redes de saneamiento de los planes de San Claudio al interceptor. Pero lo cierto, entretanto, es que la CHC multará por cualquier nuevo vertido a la depuradora mientras ésta no tenga la capacidad adecuada. Ahora no trata ni la mitad de las aguas residuales que recibe.
Las obras de urbanización en La Lloral, San Claudio Este, El Payán o La Cruz Santa podrían empezar. Las Campas-Paniceres, esperará.
Noticia publicada en elcomerciodigital.com

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