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BLOG AA. VV. Las Campas del Naranco

Ladrones de barrio

Un quiosco de Las Campas sufre el último de una cadena de atracos en zonas residenciales solitarias de la ciudad

Las zonas residenciales más solitarias de la ciudad se están convirtiendo en un blanco fácil para los ladrones. La Policía Nacional investiga una cadena de atracos, la mayoría en negocios, en los barrios de Las Campas y Ciudad Naranco. El último robo se registró en la madrugada del lunes al martes en un quiosco de prensa de Las Campas. Los ladrones forzaron la puerta de seguridad y rompieron un cristal de una puerta secundaria, pero no lograron acceder al interior, al saltar la alarma del establecimiento. Menos suerte tuvieron los propietarios de un bar en Ciudad Naranco, de donde los ladrones se llevaron 40.000 euros. Los vecinos de ambos barrios reclaman que se refuercen las medidas de seguridad porque, según aseguran, «los ladrones están envalentonados». 

José Carlos Gil dormía en su casa de Las Campas cuando la empresa responsable de la alarma que tiene instalada en su negocio le avisó, a las tres menos diez de la madrugada, de que el dispositivo había saltado. Sin pensárselo dos veces acudió a defender su propiedad. Cuando llegó a su quiosco, también en Las Campas, donde reside, se encontró con la puerta de seguridad descerrajada y el cristal de una segunda puerta de acceso roto. Los ladrones se habían marchado al saltar la alarma. «Tuve suerte, porque si me los encuentro dentro, lo más seguro que me diesen una paliza. La Policía aún tardó veinte minutos en llegar», explicó este vecino. «Ésta es una zona muy solitaria, no hay vigilancia, deberían idear alguna manera para disuadir a los ladrones, porque llevamos demasiados robos», cuenta. La semana pasada, a plena luz del día, los ladrones entraron en la sucursal de Cajastur del barrio a robar. Lo mismo sucedió en un bar de Las Campas y en una inmobiliaria, que ya suma cuatro atracos. «Se llevaron todo el material informático», cuenta la responsable del negocio. El presidente de la asociación de vecinos del barrio, Adolfo Figares, ha reclamado que se refuercen las medidas de seguridad: «Estamos totalmente desprotegidos», aseguró ayer. 

Una situación similar a la que viven los vecinos de Las Campas se da en Ciudad Naranco. El párroco de San Pedro de los Arcos, Jorge Fernández, fue el primero en reclamar, la semana pasada, que se refuercen las medidas de seguridad en el barrio, después de que los ladrones entrasen de madrugada en el templo, llevándose el copón de las hostias y una custodia, al no encontrar dinero. 

Geli Arnielles, que regenta el bar La Parroquia en Ciudad Naranco, a escasos metros de la iglesia, vivió en sus propias carnes un atraco con fuerza el pasado 16 de noviembre. Los ladrones accedieron al establecimiento por una ventana a las doce y media de la noche. Arnielles ya había cerrado y se encontraba descansando en el local. Los ladrones se abalanzaron sobre ella, la amordazaron, maniataron y amenazaron: «¿Quieres morir?», le preguntó uno de ellos. Arnielles se define como «mujer fuerte y poco miedosa» pero aún no ha podido olvidar el trance. «Eran dos, uno no hablaba y el otro, el que me amenazó y me golpeó desplazándome un diente, hablaba perfectamente español, pero con acento de Europa del Este», explicó ayer. Los ladrones se llevaron 40.000 euros que Arnielles guardaba para realizar unos pagos al día siguiente. En la misma calle, Monte Gamonal, los ladrones intentaron acceder a unos garajes el pasado fin de semana y días antes, a un almacén. También se han registrado intentos de robo en domicilios. 

Fuentes de la Policía Nacional explicaron ayer que existe «un dispositivo específico» para localizar a los ladrones, aunque no manejan «una teoría concreta» sobre la autoría de los robos. El dispositivo se concentra en Las Campas y Ciudad Naranco.

Noticia publicada en La Nueva España 

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